Autoestima

Es cierto que las dificultades nos hacen difícil el camino....o ¿acaso sean las dudas sobre nuestras propias capacidades y cualidades?
Si pretendemos que alguien crea en nosotros, en nuestro proyecto vital, en nuestro entusiasmo, tendremos primero que estar nosotros convencidos de lo que decimos o hacemos. La mayoría de las veces la dificultad somos nostros mismos. Desde la infancia nos han motivado comparándonos con otr@s, haciéndonos ver que “no somos tan buenos” como otros. Posteriormente nosotros mismos hemos ido limitando nuestra capacidad, nuestra valía, nuestra autoestima. “Eso es demasiado para mí”, nos dijimos más de una vez en voz baja o lo que es peor, pensándolo. Y aun más, cuando algo no nos sale como deseamos, nos fustigamos con el latiguillo “ siempre igual, soy un@ expert@ en fracasos”.
Pero si nos lo proponemos, las cosas pueden empezar a cambiar desde ahora mismo.
Todas las ideas y afirmaciones negativas que se nos inculcaron desde la más tierna infancia, deben ser reemplazadas por otras nuevas y positivas.
Si la autoestima la formamos nosotros con nuestros pensamientos, ¿por qué tenemos que pensar cosas negativas de nosotros o criticarnos?.
A cada uno de nosotros se nos ha dado el don de la vida como a un ser único e irremplazable.
No existe ni existirá nadie igual que tú.
Viniste con un propósito a este planeta y solo tú podrás realizarlo.
La comparación o competición con otras personas solo nos aporta negatividad
A medida que practiquemos las afirmaciones, veremos cómo aumenta el amor y el respeto por nuestra persona, lo cual nos facilitará hacer los cambios que cada uno crea convenientes para mejorar la vida.
El amor siempre está dentro de cada uno de nosotros, así que hasta que no encontremos nuestro propio amor, el amor propio, nos sentiremos insatisfech@s.
Se cariños@, comprensiv@ y paciente contigo, cuanto más lo seas, más apreciad@ serás por los demás.
Tomo prestado del magnifico Maestro, Mario Benedetti unos versos del precioso poema, No te Rindas:


“No te rindas, aún estás a tiempo
De alcanzar y comenzar de nuevo,
Aceptar tus sombras,
Enterrar tus miedos,
Liberar el lastre,
Retomar el vuelo...”