Sintiéndo

“El amor vive en el corazón de los valientes” Solamente era un graffiti en una pared, pero resonó en mi como un relámpago con su trueno y me hizo pensar en la cobardía de los que desprecian o simplemente obvian hablar, sentir y disfrutar de la fuerza más importante del universo: El Amor. El camino de la vida es siempre una senda tortuosa de la que desconocemos todo. Como dijo Machado, “al andar se hace el camino y al volver la vista atrás se ve la senda que NUNCA se ha de volver a pisar”, por eso es necesario escuchar a nuestro corazón. Atender a la intuición y nunca olvidar que estamos haciendo, a cada instante un camino de progresión, de realización y de amor. El camino de la luz está lleno de cruces y bifurcaciones. Podemos hacer un tramo del camino de la vida acompañados de unas personas y al llegar al siguiente cruce seguir por sendas diferentes. No es ningún drama cambiar de camino o de compañeros de viaje. Al contrario, tenemos que valorar que cuando se produce un cambio en nuestra vida, traumático o pacifico, nos vemos obligados a superarnos, a crecer ante las dificultades y este crecimiento nos hace mejores, y más comprometidos con el universo. Por eso mismo, la pintura en la pared me recordó que el amor vive en el corazón de los valientes. Porqué en la decisión de quererse a uno mismo, en la decisión de respetarnos a nosotros mimos y atender a nuestra intuición radica la fuerza de la inmortalidad. Es cierto que parece ser más cómodo obviar la llamada de nuestro instinto, seguir auto engañándonos y no pensar en la verdadera realización, pero en poco tiempo nos sentiremos frustrados, tristes y extrañamente apagados. Seamos valientes. Busquemos amor en nuestro corazón y reclamemos nuestra cuota parte de felicidad.

Paz y Amor