Paremos el Tiempo....de vez en cuando
Cada día de nuestra vida nos la pasamos
haciendo planes y más planes, sentimos agobio tras agobio; preocupaciones e
incluso alguna que otra angustia. Nos enfadamos, discutimos; alteramos nuestro
precario equilibrio emocional por cuestiones sin mayor valor que un absurdo
prurito personal. Nos enorgullecemos de haber triunfado ¿….? Mientras nuestros
conocidos se las ven y se las desean para salir adelante. Practicamos la
mezquindad con nosotros mismos. No tenemos tiempo para nada; ni para la
familia; ni para detenernos a oler la fragancia de una flor o escuchar el canto
de los pájaros; ni nos damos cuenta de que todo se va transformando, las
personas; nuestros hijos, nuestros amigos, nosotros mismos. Un buen día cuando
bajamos la defensa del guerrero obligado a ser implacable con su tiempo y su
espacio, un buen día digo, descubrimos que también ha pasado el tiempo por
nosotros, ha pasado una gran parte de nuestra vida, y cuando nos vemos
reflejados en el espejo sin el filtro de la prisa, nos damos cuenta que, mientras
hacíamos planes, la vida nos iba pasando implacablemente.
Aún estamos a tiempo de
disfrutar y hacer algo útil para nosotros y para el universo del que formamos
parte. Paremos el tiempo de vez en cuando. Pensemos en lo que hacemos con
nuestra vida. Disfrutemos de la naturaleza, de la sonrisa de un niño. Nuestra vida tiene fecha de caducidad y no
sabemos en que momento se va terminar, por eso ¿no te parece que es absurdo
vivir pensando en un futuro que no sabemos si tenemos? Es preciso vivir el ahora,
vivir como si cada acto, cada decisión que tomemos sea la última. Decía Séneca
que cada día es por si solo una vida, y así debemos tomárnoslo. La vida es un
precioso regalo, una oportunidad única de encontrar nuestro camino, nuestra
luz, y no podemos limitarla al aprendizaje del materialismo que no nos permite
nuestra realización.
¿Os habéis preguntado alguna
vez que hacemos en este mundo? Aún estamos a tiempo de hacernos preguntas y
encontrar algunas respuestas, pero desde luego no vinimos a sentir estrés,
enfados, odios, miedos unos de otros. No es posible, la paz y el amor tienen
que ser nuestra energía. Sentir como fluimos con el mundo; sentirnos parte del
universo y dale un sentido a nuestra vida más allá de acumular riquezas y
deudas para nuestros descendientes.
La vida es eso que ocurre en
nosotros mientras pasamos nuestro tiempo haciendo planes.
Luz Amor y Bendiciones
lpv 2013