viernes, 31 de mayo de 2013

Paremos el Tiempo....de vez en cuando

 Cada día de nuestra vida nos la pasamos haciendo planes y más planes, sentimos agobio tras agobio; preocupaciones e incluso alguna que otra angustia. Nos enfadamos, discutimos; alteramos nuestro precario equilibrio emocional por cuestiones sin mayor valor que un absurdo prurito personal. Nos enorgullecemos de haber triunfado ¿….? Mientras nuestros conocidos se las ven y se las desean para salir adelante. Practicamos la mezquindad con nosotros mismos. No tenemos tiempo para nada; ni para la familia; ni para detenernos a oler la fragancia de una flor o escuchar el canto de los pájaros; ni nos damos cuenta de que todo se va transformando, las personas; nuestros hijos, nuestros amigos, nosotros mismos. Un buen día cuando bajamos la defensa del guerrero obligado a ser implacable con su tiempo y su espacio, un buen día digo, descubrimos que también ha pasado el tiempo por nosotros, ha pasado una gran parte de nuestra vida, y cuando nos vemos reflejados en el espejo sin el filtro de la prisa, nos damos cuenta que, mientras hacíamos planes, la vida nos iba pasando implacablemente.
Aún estamos a tiempo de disfrutar y hacer algo útil para nosotros y para el universo del que formamos parte. Paremos el tiempo de vez en cuando. Pensemos en lo que hacemos con nuestra vida. Disfrutemos de la naturaleza, de la sonrisa de un niño.  Nuestra vida tiene fecha de caducidad y no sabemos en que momento se va terminar, por eso ¿no te parece que es absurdo vivir pensando en un futuro que no sabemos si tenemos? Es preciso vivir el ahora, vivir como si cada acto, cada decisión que tomemos sea la última. Decía Séneca que cada día es por si solo una vida, y así debemos tomárnoslo. La vida es un precioso regalo, una oportunidad única de encontrar nuestro camino, nuestra luz, y no podemos limitarla al aprendizaje del materialismo que no nos permite nuestra realización.
¿Os habéis preguntado alguna vez que hacemos en este mundo? Aún estamos a tiempo de hacernos preguntas y encontrar algunas respuestas, pero desde luego no vinimos a sentir estrés, enfados, odios, miedos unos de otros. No es posible, la paz y el amor tienen que ser nuestra energía. Sentir como fluimos con el mundo; sentirnos parte del universo y dale un sentido a nuestra vida más allá de acumular riquezas y deudas para nuestros descendientes.
La vida es eso que ocurre en nosotros mientras pasamos nuestro tiempo haciendo planes.

Luz Amor y Bendiciones
lpv 2013



martes, 28 de mayo de 2013

AVANZAR, NO DEJAR DE AVANZAR


Si no nos damos cuenta, las personas nos vamos convirtiendo en aquello que creemos ser. Cuando nos sentimos incapaces de enfrentar algún reto en nuestra vida, cuando infravaloramos nuestra capacidad y nuestra fuerza interior, cuando nos decimos a nosotros mismos que no podemos solucionar nuestros problemas o simplemente no nos sentimos capaces para hacer o algo, lo más probable es que terminemos siendo incapaces de hacerlo. Sin embargo cuando confiamos en nuestras posibilidades, en  la capacidad de superar nuevos retos o pruebas si nos armamos de valor y somos optimistas ante las dificultades podéis estar seguros  que nada es imposible para nosotros. Podemos fracasar al primer intento, pero si prestamos atención a nuestro guía intuitivo, seremos capaces de adquirir nuevos conocimientos y la fortaleza necesaria  para realizarlo.
La vida es una escuela y todos estamos aquí para aprender. Los problemas son lecciones que van y vienen, lo que aprendamos de estos nos servirán para ser mejores en nuestra  vida
Por esta razón no vale la pena pararse o darse la vuelta ante los reveses que se nos presentan cada día. Actuemos con convicción, con fe en nosotros mismos y NUNCA DEJEMOS DE AVANZAR

No se puede esperar a que llegue “el momento preciso”. Es necesario avanzar. Empecemos ahora. Hagámoslo ahora. Si esperamos por el momento adecuado, nunca dejaremos de esperar



Luz,  Amor y Bendiciones
L.P.V., Reiki Master

lunes, 27 de mayo de 2013

A los Caminantes y Buscadores de la Luz

Me propongo sentirme unido al todo. Asumo mi cuota parte de responsabilidad en mi relación con el universo del que formo parte y me esfuerzo, cada minuto, cada instante, cada día y cada hora por sentirme pleno, por sentir la empatía y el amor universal. Por sentir eso que los grandes maestros de la humanidad llamaron y llaman “compasión”. Practico el “solo por hoy”. No me preocupo innecesariamente porqué quedó dicho y se ha demostrado que si algo no tiene remedio, es inútil preocuparse y si tiene remedio ¿a qué viene preocuparse?. Me esfuerzo por no enfadarme, por no enojarme con nada ni con nadie. La verdad es que está parte cuesta, porqué estamos acostumbrados a culpar a otros de nuestras propias filias y fobias, y solemos desahogar la frustración en situaciones o personas, conocidas o no, a las que tomamos habitualmente como válvula de escape de miedos e intolerancias propias. Trato de ser humilde y reconocerme en otros seres que como yo hacen el camino de la vida. Soy responsable de mi trabajo y progresión espiritual y personal, aplicando mis conocimientos y mi voluntad a hacer el bien y por último soy compasivo con los demás y también conmigo mismo. Pero pese a todo, siempre me queda la sensación que puedo hacer más. Que DEBO hacer más por extender el bien, la luz, la energía y el amor que es la fuerza más importante del Universo.
Estoy descubriendo cosas nuevas a cada momento, cada día, cada instante de mi existencia es como una revelación que me conduce a otra dimensión. Estoy descubriendo con asombro que la vida es una experiencia deliciosa si sabemos aceptar las pruebas a que nos somete el universo creador. Encuentro fascinante hacer el bien, esforzarme por ser feliz y extender y hacer participes de esa felicidad a aquellos que  caminan conmigo en la senda de la luz, a todos los que, el universo ha decidido que conozca. Por eso, continuamente, trato de facilitarle la vida y la comprensión de su realidad a aquel que lo necesita. Fomento mi autorrealización y trato de motivar, de servir de estímulo a aquellos que dudan. Tiendo mi mano y a veces me encuentro con una mano que se queda sola porqué seguramente he interpretado mal los tiempos y la persona destinataria de mi afecto sincero no está aún preparada para recibirlo. Pero os aseguro que mi mano, que mi afecto estaría muchísimo más sola cuando no la tiendo, cuando no lo demuestro.
Por eso me gusta la compañía de seres sin doblez, de personas con mucho afecto, con mucho amor que dar, con una gran dosis de esperanza e ilusión que hacen que la vida a su lado sea una gran e increíble aventura.
Tengo suerte de contar con la compañía impagable de otros viajeros de la luz que hacen que mi Camino sea una delicia de crecimiento intelectual y espiritual. A todos los que de algún modo forman parte de mí a través de la memoria de lo vivido o de lo por vivir, les doy las gracias porqué yo soy como soy y lo que soy, también gracias a su paso acompasado por el camino de la luz a mi lado.
Siempre digo que es preciso cerrar las puertas del pasado para poder abrir las puertas y ventanas del presente, y aún así os digo que, cuando desfallece la memoria, nos quedamos cara a cara y a solas con la vida.


Luz y Amor
Lois Pena Viéitez. Maestro Instructor de Reiki