sábado, 23 de febrero de 2019

Mi dignidad y coherencia

Desde hace algún tiempo dejó de importarme lo superficial, las etiquetas y la falsa moral.
Ya no me quitan el sueño las habladurías, ni la envidia, ni los
desprecios que puedo causar en personas sin valores ni fondo moral.
No me interesan las conversaciones vacías.
Prefiero con mucho, el murmullo de la soledad.
No intento ser alguien que no soy para considerarme apreciado.
No me importa  lo pasajero.
Elijo lo sincero, lo invisible a los ojos, lo sencillo y lo verdadero.
Quizás me esté equivocando pero al menos soy coherente y respetuoso conmigo mismo y mi dignidad.
Namasté
Lois Pena Viéitez
Sensei

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