A los Caminantes y Buscadores de la Luz
Me propongo sentirme unido al todo. Asumo mi cuota parte
de responsabilidad en mi relación con el universo del que formo parte y me
esfuerzo, cada minuto, cada instante, cada día y cada hora por sentirme pleno,
por sentir la empatía y el amor universal. Por sentir eso que los grandes
maestros de la humanidad llamaron y llaman “compasión”. Practico el “solo por
hoy”. No me preocupo innecesariamente porqué quedó dicho y se ha demostrado que
si algo no tiene remedio, es inútil preocuparse y si tiene remedio ¿a qué viene
preocuparse?. Me esfuerzo por no enfadarme, por no enojarme con nada ni con
nadie. La verdad es que está parte cuesta, porqué estamos acostumbrados a
culpar a otros de nuestras propias filias y fobias, y solemos desahogar la
frustración en situaciones o personas, conocidas o no, a las que tomamos
habitualmente como válvula de escape de miedos e intolerancias propias. Trato
de ser humilde y reconocerme en otros seres que como yo hacen el camino de la
vida. Soy responsable de mi trabajo y progresión espiritual y personal,
aplicando mis conocimientos y mi voluntad a hacer el bien y por último soy
compasivo con los demás y también conmigo mismo. Pero pese a todo, siempre me
queda la sensación que puedo hacer más. Que DEBO hacer más por extender el bien,
la luz, la energía y el amor que es la fuerza más importante del Universo.
Estoy descubriendo cosas nuevas a cada momento, cada día,
cada instante de mi existencia es como una revelación que me conduce a otra
dimensión. Estoy descubriendo con asombro que la vida es una experiencia
deliciosa si sabemos aceptar las pruebas a que nos somete el universo creador.
Encuentro fascinante hacer el bien, esforzarme por ser feliz y extender y hacer
participes de esa felicidad a aquellos que
caminan conmigo en la senda de la luz, a todos los que, el universo ha
decidido que conozca. Por eso, continuamente, trato de facilitarle la vida y la
comprensión de su realidad a aquel que lo necesita. Fomento mi autorrealización
y trato de motivar, de servir de estímulo a aquellos que dudan. Tiendo mi mano
y a veces me encuentro con una mano que se queda sola porqué seguramente he
interpretado mal los tiempos y la persona destinataria de mi afecto sincero no
está aún preparada para recibirlo. Pero os aseguro que mi mano, que mi afecto
estaría muchísimo más sola cuando no la tiendo, cuando no lo demuestro.
Por eso me gusta la compañía de seres sin doblez, de
personas con mucho afecto, con mucho amor que dar, con una gran dosis de
esperanza e ilusión que hacen que la vida a su lado sea una gran e increíble
aventura.
Tengo suerte de contar con la compañía impagable de otros
viajeros de la luz que hacen que mi Camino sea una delicia de crecimiento
intelectual y espiritual. A todos los que de algún modo forman parte de mí a
través de la memoria de lo vivido o de lo por vivir, les doy las gracias porqué
yo soy como soy y lo que soy, también gracias a su paso acompasado por el
camino de la luz a mi lado.
Siempre digo que es preciso cerrar las puertas del pasado
para poder abrir las puertas y ventanas del presente, y aún así os digo que,
cuando desfallece la memoria, nos quedamos cara a cara y a solas con la vida.
Luz y Amor
Lois Pena Viéitez. Maestro Instructor de Reiki
Lois Pena Viéitez. Maestro Instructor de Reiki
0 comentarios:
Publicar un comentario
Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]
<< Inicio